César Andrade y Julio Vargas |
Entre nuestras pesquisas musicales e históricas, nos encontramos con esta nota publicada en el diario "El Comercio", la cual reproducimos en su integridad, para que sea analizada y estudiada ya que recoge pasajes de nuestra música criolla sobre todo en la etapa llamada “Guardia Vieja”.
Hablan dos Criollos de Ley.
“Ya tenemos siquiera un día al año para exaltar nuestra música Criolla”.
50 años
unidos en arte, en afecto, en festejos, alegrías y tristezas, tienen dos amigos
entrañables: Julio Vargas y Cesar Andrade, los “Maestros” del folklore Criollo, magníficos e inigualables
intérpretes de música Peruana, que la sienten y la viven, en su más pura
esencia y contenido espiritual.
Los
encontramos juntos, en la tarde de ayer; como siempre: juntos, alegres,
conversadores, evocativos. Uno a otro se
echa la gloria; ambos son de los viejos tiempos Bajopontinos. Vargas nació en Huaral, pero ya a los
dos años de edad vivía en el barrio del Rímac; Andrade nació en Puente
Amaya y entre ese barrio y la Calle
Copacabana ha vivido la mayor parte de su vida.
Toda
una tradición encierran, en sus recuerdos, Vargas
y Andrade; una tradición Criolla: Jaranera y altiva, señorial y evocadora. Estuvieron,
nos dicen, en memorables fiestas donde Los
Peral, y con Federico Calmet, en
la Hacienda Caballero y con el “cojo”
Guevara en la Hacienda Márquez. Visitaron los salones de la Vieja Lima, con “gente
de lo mejor” y al lado de don Pancho
Graña hicieron criollismo en “Casas de Rango”.
Al entrevistarlos
para “El
Comercio”, ambos hablan a la vez, casi pudiera decirse que en dúo, ya
que están perfectamente identificados entre sí, por la amistad de medio siglo
que los vincula ya familiarmente.
Vargas dice: “La Marinera debe bailarse a ritmo lento; ahora se está perdiendo
estilo, ritmo y sabor”. Andrade dice: “Ahora,
en radios y salas de espectáculos y fiestas, hay Marineras con Tondero y
Resbalosa: todo seguido; ya no hay quien cante Tristes; hay muy bonitos valses
Criollos, pero se ejecutan y bailan a ritmo lento o acelerado, no como debe
hacerse”.
Vargas y Andrade tienen centenares de páginas musicales criollas limeñas
y Jaraneras, especialmente que forman su repertorio; no están escritas, las
saben de memoria.
Eran capaces
Vargas y Andrade de cantar cien
piezas seguidas sin repetir ninguna; su repertorio, pues, es vastísimo y de
incalculable valía; refleja diversas etapas, costumbres, tradiciones, leyendas.
Ellos dicen que “eran” pero los que
bien los conocen, afirman que “son”.
Los años han pasado pero ellos se sobreponen a la edad.
“No
hemos compuesto música, cantamos fielmente las canciones que hemos escuchado de
nuestros antepasados y de los antiguos criollos Peruanos; tenemos el más
variado folklore Limeño en nuestro repertorio y, además, Tonderos, Tristes,
Yaravíes; de la música internacional, sabemos muchos pasillos que ejecutamos y
cantamos bien” – “Mi
hermano Cesar Andrade si es compositor”.
Andrade dice: “Solo dos piezas he compuesto. Una de ellas, la recuerdo, fue titulada “Victoria”,
en recuerdo de una ilusión y a ella estuco dedicada: la letra fueron versos de
calendario: empezaba así:
“Dicen que los niños duermen
Bajo el cuidado de un ángel…”
Luego Andrade, ante la oposición de su “hermano”
Vargas, nos afirma: “Para
mí, entre todos los que he conocido, no ha habido hasta ahora cantor criollo más
completo que Julito Vargas: sabe hacer primera, segunda, contralto, canta
Marineras, Yaravíes, Resbalosas; es un cantor completo; lo domina todo; es la
mejor expresión de nuestro criollismo; como Joselito, es capaz de hacer los
tres tercios”.
Andrade, opuesto a este elogio, tan merecido y tan espontaneo, de su más íntimo
admirador y su “hermano” cincuenta años, nos pidió que no consignáramos esa
declaración.
Vargas nos dijo que, actualmente “se ejecuta y canta Marineras y Valses a
ritmo acelerado; hacen perder el ritmo”.
Andrade afirma: “La Marinera surgió en los salones, bajó a los callejones; se le ha
estado quitando su esencia; es preciso que ahora vuelva en toda su pureza a
tocarse, cantarse y bailarse”.
Ambos
han sido jurados en numerosos concursos de música y canto criollo. Ellos premiaron
“La Flor de la Canela”, aquilatando
méritos de Chabuca Granda.
“Criollos
de pura Ley: Pancho Graña, el “ñato” Carrera, Rosa Mercedes Ayarza”, recuerdan a Pancho Ferreyros “una voz con vida, muy dulce”; al “gran
señor” don Miguel Miro Quesada, a
quien acompañaron muchas veces a festejos sociales”.
Andrade nos dijo: “Don Luis Miro Quesada, fue mi testigo de matrimonio”. Añoran, luego,
ambos, viejos momentos de la Lima Jaranera de antaño, de los señores que
bailaban Marinera “que nació en las cumbres; hasta en Palacio de Gobierno se
bailaba a las cuatro de la madrugada”. Cuentan de un gran señor que,
para halagar a varios jóvenes de sociedad, los enviaba a aprender Marinera
donde un moreno, apellidado Arredondo, quien les enseñaba lo que podía,
diciendo: “Es difícil hacerles bailar Marinera, que ésta es muy celosa y no se
deja manosear”.
Y así,
afirman ambos a dúo: “Hay que sentir y vivir la Música Criolla;
hay que destacar que en todas las épocas el más criollo ha sido don Pancho
Graña; entre los no muy nuevos, hay que destacar a Lucho de la Cuba y a
Filomeno Ormeño y, también a La Criollita, por su sabor criollo y a Las
Limeñitas, un dúo formidable”.
¿Compositoras
identificadas con el Criollismo? Entre las modernas, las mejores: Chabuca Granda y Alicia Maguiña.
¿La
Reina de la Tradición? “Bellísima, la conocemos; es toda gracia y distinción
y criollísima: baila muy bien la Marinera, la siente, la vive”. “Las otras dos
gracias que representan a Arequipa y a Trujillo no las conocemos personalmente,
pero sabemos que hacen un buen conjunto con María Elena Graña García Miró”.
¿La
Fiesta de la Tradición? “Un magnifico acierto. Así se dedicará siquiera un día
al año para exaltar la Música Criolla
tradicional”.
Aquí afirma
el cronista: La tradición criolla, Limeña, en música y canto, en la exacta
interpretación de aires Peruanos, la representan y muy dignamente: Julio Vargas
y César Andrade, dos criollos de “Primera
Ley” que hace cincuenta años están unidos, en un solo afán Peruanisimo y de
gran trascendencia: divulgar nuestro rico, variado, emotivo y sugerente
folklore Peruano. Sobre ellos queda mucho por decir.
Tomado del diario “El Comercio” en su Edición
de la Mañana, del día Lunes, 2 de junio de 1958
Gino Curioso Solis
gcurioso1974@hotmail.com