lunes, 11 de octubre de 2021

El Poeta del Son - Ignacio Piñeiro

 


Ignacio Piñeiro fue un predestinado a cambiar significativamente el rumbo de la música Popular latinoamericana. Primero en lo suyo, la Rumba y el Son.
Al parecer esa mezcla de ascendencia asturiana y Cubana fue la semilla.

Nacido en su casa (Aguila 229) el 21 de mayo de 1888 a las 8pm, hijo de don Manuel Piñeiro y Montero y de doña Petrona Martínez Menéndez (Habanera). Desde muy temprano se le dio por componer.
“Son tú que quitas las penas del alma, Son quien fuera tú”
En 1900 entró a formar parte de los Coros de Clave y Guaguancó “Los Roncos” (fundado en el barrio de Pueblo Nuevo, en el último quinquenio del siglo XIX). Ahí empezó a introducir sus poesías y el Guaguancó.

“Habanera no te canses de querer a tu sonero, que si me olvidas me muero, sin tus caricias no puedo vivir”.

En esos primeros años existía ya una rivalidad con otro Coro de Clave, el afamado coro de “El Paso Franco”. Es en aquellas disputas que crea el famoso “Donde Andaba Anoche?”. Ya el Guaguancó había sido introducido por Piñeiro en aquellos coros. El triunfo final de “Los Roncos” sobre “El Paso Franco” se dio finalmente por el aporte de Piñeiro.

“Grandiosa armonía, dulce sublimal. Que noche más grata, me recuerda su natal”.
También creó la Clave Abakuá o Clave Ñáñiga. Un ejemplo de ello es la grabación “Los Cantares del Abacuá” grabado por el dúo “María Teresa y Zequeira” (Disco: Co 2070X. Matriz: 93542) en 1920. Varios Trovadores introdujeron en su repertorio esas Claves: además de Teresa y Zequeira, el Dúo Cruz y León, Majagua y Villegas, Villalón y otros. También los soneros incluyeron Claves en su repertorio como el Sexteto Boloña y demás.

“Es la voz del amor mío que dulcemente me pide que por nada yo la olvide que yo soy su desvarío que si la olvido por otra me va matar”.

Su pertenencia a la Sociedad Secreta Abakuá en la Potencia Eforí Enkomó devino en su aporte en la Rumba, y fue de vital importancia. En el Guaguancó y en el Yambú derivó la variación del “Son Oriental” para transformarlo en “Son Habanero”. Ese es otro gran aporte de Piñeiro en la música popular. Además de los aportes instrumentales que le dieron los Abakua al Son, se destacaron en las letras. Los simples cantos que venían de oriente, eran mucho más liricos y estructurados en el Son con Piñeiro.

“Tu reproche afable sin audacia me ha hecho comprender con perspicacia que entre las diablas también hay muchas santas, tu no eres igual de aquellas santas de labios tentadora, sonrisa de falacia. Basta la unción de tu raza gloriosa, de gracia y presunción de puritana, tu me perdonas todo. Eres Cubana, tu estirpe nunca ha sido rencoroso”.

Fueron los Danzoneros y Trovadores los que primero le grabaron sus temas. En las épocas donde se desafiaban los compositores y existían verdaderos duelos y en ese gana-gana de composiciones (muestra de ello es las disputas entre Sindo Garay y Manuel Corona) se producían “Extractos” o “Contestaciones” Ignacio no fue ajeno a aquello. Al bolero “La Mora” de Sindo Garay (grabado para la Víctor el 13 de marzo de 1919) le sacó Ignacio “Contestación a la Mora” grabado para la Columbia por el Terceto Nano en 1916. Es de resaltar que en Columbia aparece con “L. Piñeiro Martínez” y en los registros de la Víctor como “Piñeiro”. Aparentemente el mismo proceso que Corona que para la Columbia aparecía como Manuel y en la Víctor aparecía como José.

“Las mujeres podrán decir si es dulzura nuestro Son”.
En el Danzón, la Orquesta de Ricardo Reverón y Fernández de Landa grabó el 27 de octubre de 1916 “El Edén de los Roncos” para el sello Víctor (Matriz: G-1664).

“No te quiero ni aun estando arrepentida, ya que por ti mi mente no reposa, solito con mi vieja en una choza quiero pasar el resto de mi vida”.

No hay mayor referente y nada más justo que llamar “El Poeta del Son” a Ignacio Piñeiro, que además posee otros títulos. En 1929 se le empezó llamando “El Embajador de la Música Cubana” por el escandaloso éxito de su “Septeto Nacional” en España. En 1932 vemos que la prensa se refería ya como “El Poeta del Son”. Ese mismo año ya se le llamaba a su Septeto Nacional como “Los Reyes del Son”. Últimamente se le llama “El Abuelo de la Salsa”.

“Cuando las ninfas del valle Alegre cantaban, ahí vienen los Soneros”.
Hoy que se cumple 132 años de su nacimiento queremos hacer homenaje a su memoria y a sus aportes. La música universal le debe mucho a Ignacio Piñeiro, no hay Sonero en el mundo que no recaiga en su obra, en la obra de “EL POETA DEL SON”.

Foto: Cortesía del Dr. Ricardo Oropesa Fernandez. Septeto Nacional en Tropicana 1961.Congreso Medico. De izquierda a derecha: Rafael Ortiz, Francisco Gonzales "Panchito Chevrolet", Lazaro Herrera, Oscar Villarta, Bienvenido León, Marino Gonzales e Ignacio Piñeiro.

Lic. Gino Curioso Solis
gcurioso1974@hotmail.com

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